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domingo, 29 de septiembre de 2019

El tren que nunca llegó


Nota del autor: Este es un pequeño cuento que se me ocurrió no hace mucho tiempo, pensando en qué pasaría si se diera una situación así, y a qué se debería...

Después de despedirse de Omar, Rodrigo se fue a los campos de entrenamiento a dormir.
Omar, sólo tenía en mente cumplir con su misión. Entregar la información correspondiente a los altos mandos de Breda. En la estación de aquella ciudad lo estaría esperando el Ingeniero Buendía. Tenía que reportarse al llegar y volver a más tardar en tres días.

Omar se levantó temprano, con su maleta y todo, y se fue a la estación central a buena hora. 

La del alba sería cuando Omar llegó a la taquilla para comprar su boleto. Miró en el tablero donde aparecían todos los trenes que partirían en ese momento y se dirigió a la vía correspondía. Su tren era el ICE9554. Parecía que no había retrasos. “Muy bien” –pensó para sus adentros. “Quizás hasta me sobre algo de tiempo para conocer la ciudad, nunca he estado allá.” Después de 8 horas de trayecto, una pequeña distracción no se le debería de negar a nadie. El tren debía partir a las 8h05 sin más ni menos.

Al acercarse a la vía, Omar vio que el tren ya estaba ahí y ya era posible abordarlo. Con el tiempo a su favor, Omar se subió al asiento que le correspondía. No había casi pasajeros en el vagón en el que viajaba, y sin embargo, algo había en el interior diferente.

“Buenos días Omar” –dijo una voz.

La puerta del tren se cerró.

Eran las 15h56. El ingeniero Buendía miraba el tablero para ver a qué horas llegaría el tren ICE9554. Faltaban 5 minutos, o eso era lo que se mostraba. Habían varias personas también esperando el tren a lo largo de la vía.  
Justo cuando transcurrieron los último minutos, toda la información del tren se borró, lo cual hizo fruncir el ceño al Ingeniero.

Pensó que era un error y dejó pasar unos minutos. Llegó un tren a la vía donde el Ingeniero estaba esperando. Era un tren con un número diferente. La gente se bajó como si nada del tren y todos seguían su camino. Algo estaba muy raro, ya había transcurrido más de media hora. Buendía volteó pero ya no vio a ninguna de las personas que estaban esperando el ICE9554. Comenzaron las dudas y el Ingeniero decidió ir al centro de información.

- Buenos días.
- Buenos días, en qué podemos ayudarle?
- Quisiera saber qué sucedió con el ICE9554.
- Con el ICE 8554?
- No, ICE 9554.
- Ese número de tren no lo tenemos registrado.
- Cómo?
- Ese número nunca lo hemos usado para nuestros trenes.
- De qué está hablando? Acabo de verlo en el tablero y luego se desapareció!
- Señor, mire aquí están nuestros registros, no tenemos ningún 9554, y nunca lo hemos tenido.
- El tren que parte todos los días de Aldiena para Breda es el 9554. Está usted loca o qué le pasa!? No llegó ningún puto tren de Aldiena!!!
- Señor, baje la voz y no tiene por qué faltarme al respeto. Le estoy mostrando nuestra información. Siguiente! Por favor!
- Dime dónde está el tren de Aldiena a Breda o qué pasó con él con una chingada!?
Una voz baja llamó a seguridad, y se llevaron a Buendía. Siguió gritando mientras pataleaba e intentaba zafarse sin éxito.

domingo, 10 de marzo de 2019

Fantasma



 
En estos días, me siento cada vez más desapegado de la gente que he conocido. Siento que nunca he hecho un impacto en las personas que he encontrado, y este sentimiento incluye a mis hermanos.

Quizás no existo totalmente en este mundo. A lo mejor poco a poco me he estado desvaneciendo. Si en este momento escogiera una palabra para definirme, diría que sólo soy un fantasma, un rumor, un nombre escrito en una lista que nadie sabe quién es, pero ahí está. Una sombra tenue.

Sólo me dedico a acumular recuerdos de la gente que encuentro en mi camino, pero pienso que al mismo tiempo no alcanzo a hacer algo significativo en ellos. Siento que ya no se acuerdan de mí. Sin embargo, yo los recuerdo a cada uno de ellos todos los días. Desde que llegué a Europa, mi mente empezó a guardar las caras, las sonrisas, los momentos de fiesta, los gestos de amabilidad y los hubieras. Irónicamente, todos esos buenos recuerdos, son el motor que utilizo para confirmar mi existencia y decirme a mí mismo que he vivido y que estuve ahí con ellos. Puede ser que ya no signifique nada para esas personas pero para mí significa todo. Y si mañana todo se acabara, podría decir para mis adentros: “todo fue como debía ser, no me quedo con ganas de nada. Ellos me honraron con su tiempo y puedo decir que fui feliz.”

Éste es el duelo del inmigrante. Que intenta echar raíces pero nunca logran ser profundas. No es una queja ni tampoco es algo triste; simplemente una observación.

sábado, 29 de agosto de 2015

Viento



Todos estos días te he estado recordando. A veces apareces en mis sueños e incluso puedo hablar contigo, aunque sean unas cuantas palabras nada más. Sigo sin creer nada de lo que ha pasado. Mi mente sólo alcanza a decirme que te fuiste a otro país y que estás tomando un café al aire libre, disfrutando del buen clima.

Cuando la resignación me invade, pienso entonces que te convertiste en viento, que recorres los campos, pasas a través de los árboles y llegas  de forma intempestiva a saludarme. Después te retiras a jugar con los colibrís. Los observas con el mismo gusto de cuando estabas aquí y luego los llevas hacia nuevas rutas, nuevos caminos. Caminos que no puedo recorrer todavía.

Han sido días raros y tristes. Te hemos extrañado muchísimo y deseamos que las cosas fueran diferentes. Yo sólo pido un día más para agradecerte todo y despedirte como se despide a alguien que está por subirse a un tren, desearte buen viaje y que no nos olvides.

Y como nada de ésto se puede hacer, sólo puedo ponerme a recordar todo lo vivido. Todos esos momentos que guardo con mucho cariño ahora forman parte de mí.

Lo que en mi vida pueda lograr, lo haré por ti, y también será posible gracias a lo que nos enseñaste. Por ti seré un patriarca, un hombre de bien, alguien a quien la gente respete por quien es, y no por miedo u obligación.

Algún día seré capaz de lograrlo. Pero por favor, no dejes de saludarme.

domingo, 28 de julio de 2013

Carta perdida No. 8 - Mañana de abril

23/Mayo/XXXX


Qué onda XXXXXXXX!


¿Cómo has estado, carnal? Por acá todo bien. Mucho trabajo por el fin de mes, pero todo está bajo control. El patrón, ya sabes, igual de capataz que siempre, justificando sus abusos con el siempre: "Qué bueno es tener trabajo". En cuanto a mi familia, ellos están bien también. 

¿Qué tal la vida por allá? ¿Te tratan bien? ¿Sigues con tu novia? Ojalá que sí. Mientras te cuento mi situación.

¿Recuerdas a esa muchacha rubia de la que te platiqué en mis cartas anteriores?  Pues finalmente pudimos platicar en una de las fiestas de su pueblo y hasta intercambiamos números. Aunque no vivimos en el mismo pueblo, seguíamos en contacto por mensajes. Todo iba muy bien, incluso acordamos que la visitaría el siguiente sábado.

Esa mañana de abril me levanté temprano y me fui caminando rumbo a la estación de trenes. Estaba muy desvelado pero no me importó. Ya una vez en mi asiento, me llegó el cansancio y me quedé dormido en una parte del tramo. Faltando como dos horas (de un total de 5) para llegar, recibí un mensaje de ella diciendo que no era posible vernos. El apestoso mensaje no decía más. Ni una razón o disculpa. Apenas llegué a Aldiena, compré el boleto para el próximo tren de regreso.

Y como sabrás, ya ni la tengo entre mis contactos. Qué más se puede hacer... Cosas sin sentido...

En fin mi buen XXXXXXXX, sólo reportándote un poco de lo que pasa por estos lares. Un abrazo y espero que nos visites pronto. La distancia no es buena para las amistades.


Estamos en contacto.

XXXXXX

domingo, 9 de junio de 2013

Carta perdida No.7 - Eres un campeón

Hola papá,


¿Cómo estás? Yo lejos pero bien. Espero que hayas pasado un bonito cumpleaños con la familia y que hayas disfrutado mucho tu día. Como la distancia no me permite ofrecerte mejor regalo, por favor, acepta estas palabras que en mi burdo y muy pobre estilo te escribo. Te pido que cuando las leas, imagines que estoy frente a ti.

Quiero darte las gracias por todo el cariño que nos brindaste todo este tiempo,  porque te preocupaste de educar a cada uno de nosotros, porque siempre nos apoyaste para que los hermanos pudiéramos lograr nuestros proyectos, por todos los consejos y enseñanzas que nos diste a lo largo de los años. 

Ojalá algún día tenga el valor y pueda ser un poco más como tú: con la misma actitud y las mismas ganas para sacar las cosas adelante. Todo sin esperar nada a cambio...

Cierto es que aunque Fortuna siempre fue parcial para tus planes, para mí eres un campeón: aquella persona que siempre puso todo lo que estaba de su parte esperando que el destino pusiera su otro tanto. Aquella persona que estuvo al pie del cañón siempre buscando la manera de darnos un mejor día a mis hermanos y a mí.
Por todo ésto y mucho más, doy muchas gracias a Dios, y al final sólo puedo esperar que algun día sientas el mismo orgullo de tenerme como hijo, que el que yo siento de tenerte como padre.

Te mando un beso, un abrazo y un te quiero muchísimo. A cambio, te pido la misma bendición que me dabas cada vez que salía de la casa.

Siempre estás en mis pensamientos,

José Ruiz


P.D. No es que la distancia no me permita decirte todo ésto, es una falsa excusa para no decir que realmente en persona, se me haría un nudo en la garganta al tratar de decirte lo que acabo de escribir.

sábado, 6 de abril de 2013

Carta perdida No.6 - Más vale tarde que nunca

 6/abril/201X


Hola XXXXXX,

Te escribo esta carta porque ya no pude felicitarte ayer por tu cumpleaños. Ya sé que estuvo mal y justificarse no ayuda mucho. Pero bueno, volviendo a lo más importante...

Muchas felicidades! Espero que te la hayas pasado muy bien. No sé si alcanzaste a regresar a la ciudad en este fin de semana. Ojalá que sí, para pasarlo en familia, y si no pudiste volver, espero te la hayas pasado con los amigos.

Ya tiene mucho, muchísimo tiempo que no nos vemos, pero yo siempre tengo el recuerdo de cuando nos conocimos. Sí, ya se van a cumplir 8 años de eso, pero la imagen está en mi mente igual que siempre. Viendo hacia el pasado, me hubiera gustado platicar más contigo, haber sido menos menso y no pensar demasiado. En fin, las cosas pasaron así pero al menos seguimos en contacto, que es lo importante. Si un día tengo la oportunidad, me gustaría pasar a saludarte, ahí me das un tour por la ciudad mientras platicamos sobre las cosas de otro tiempo.

En fin, confío en que esta carta te llegará pronto y no se perderá en el camino. Y como dice el dicho: más vale tarde que nunca. Felicidades nuevamente y enhorabuena que cumples un año más aquí :)



XXXXXXXXXX


P.D. Si hay algo que te interese de estos lares, con mucho gusto te lo guardo para cuando nos veamos :)

sábado, 16 de febrero de 2013

Primer capitulo de Viva Le Punk!

Hola a todos!

Espero que estén muy bien! Lamento no haber escrito cartas perdidas la semana pasada ni ésta que acaba de pasar, pero es que había estado trabajando en un proyecto que siempre quise hacer, al menos el primer capítulo. De hecho, el propósito de este blog siempre había sido ése: hacer una historia en flash contada y hecha por mí al 100%. La única desventaja es que se consume tiempo a lo loco y ahorita ya no dispongo de tanto como antes.

Esta idea llevo mucho tiempo desárrollandola, y cuando empecé finalmente hace un año a trabajar en ella, pasaron muchísimas cosas en mi vida (cambio de trabajo, luego renunciar, cambiar de país, empezar la maestría, etc.) El caso que siempre me quedé con la intención y mal sabor de boca de que mi proyecto se quedó inconcluso, bueno o malo, tenía que terminar lo que había empezado tiempo atrás.

Bueno, para no hacer mi historia más larga, sólo quería mostrarles el trabajo finalizado del primer episodio de Viva Le Punk  =)